jueves, 10 de septiembre de 2009

LOS MUERTOS QUE FALTABAN

Por: Ronald Gamarra

Qué nivel. Parece una broma, pero no lo es: todo un ministro, a cargo del sector Defensa, perdiendo el tiempo en insultar y calumniar a quienes considera sus adversarios mediante un panfleto procaz, a tono con la campaña que promueve el diario que lo cobija, vocero supérstite del fujimorismo, al cual el ministro sirvió con pasión y esmero.

Si en vez de entregarse a ese pasatiempo de nulo nivel intelectual –políticamente perjudicial para la búsqueda de alternativas y consensos–, se dedicara un poco más a su labor, tal vez no tendríamos que lamentar nuevas muertes entre nuestros soldados, como ha ocurrido anteayer en el VRAE.

¿Dónde demonios está el ministro de Defensa cuando nuestros soldados mueren en el VRAE? Pues cachueleando en la campaña que un pasquín le dedica cada día a los “caviares”, pergeñando insultos en vez de ideas, planes, estrategias, políticas que sirvan a la seguridad del país, a la preservación de la democracia, así como a la efectividad de las FFAA.

Rey es un peligro para estos objetivos democráticos, como lo confirman su lenguaje, sus consignas y el desparpajo con que defiende a quienes desde el Estado cometieron crímenes y atrocidades que repugnan, pues es de los que propugnan que tales crímenes deben quedar impunes.

Repito aquí la declaración de este domingo de la Coordinadora de DDHH: “A los que sostienen esta tesis les decimos que todos los crímenes deben ser investigados y juzgados sin excepción. Celebramos que los terroristas hayan sido juzgados y sentenciados con la severidad establecida por la ley. Esperamos que quienes desde el Estado cometieron atrocidades homologables a las del terrorismo, sean también investigados y procesados… La democracia no puede hacerse cómplice de quienes con esos crímenes no defendieron sus valores y contribuyeron a deslegitimarla con innumerables víctimas inocentes”.

Rey quiere impunidad, por ejemplo, para los agentes del Estado que asesinaron en la comunidad de Putis a más de 100 campesinos, incluyendo a alrededor de 40 niños. Nosotros pedimos que se haga justicia y por eso el movimiento de DDHH estuvo con los campesinos de Putis en el doloroso entierro cristiano de sus víctimas.

¿Dónde estaba el ministro? ¿No debía alguna explicación, tal vez unas disculpas, un pedido de perdón o al menos acompañar respetuosamente a esos campesinos, los más pobres entre los pobres? ¿Dónde estaba, ministro? ¿Escribiendo su panfletito?

Comments (0) Sep 04 2009

Construir un país más integrado y digno
Posted: under Artículos.


29-08-09

Por Augusto Álvarez Rodrich

La verdad y la reconciliación todavía pendientes.

AYACUCHO.- La violencia desatada por Sendero Luminoso en los años ochenta causó miles de muertos por todo el país, pero fue aquí en esta región donde no solo empezó la espiral sangrienta sino donde los estragos fueron mayores que en ningún otro sitio del Perú.

Estos se sienten hasta ahora, y con más fuerza en estos días en que, coincidiendo con el sexto aniversario de la entrega al país del informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), se procedió ayer, en Putis, al entierro de 92 féretros con los restos de los masacrados en ese poblado hace 25 años.

Estos fueron llevados anteayer a Huanta, donde se realizó una sentida y triste ceremonia en el marco de un duelo que también se percibe en Ayacucho, ciudad en la que estuve participando en un evento de Unicef con periodistas de la región.

En muchas partes del país, el terrorismo ya es percibido como un hecho del pasado, pero aquí –y en buena parte del sur andino– el drama persiste porque hay mucha gente que no ha encontrado a sus muertos, y que siente que no se ha hecho justicia, que se oculta la verdad y que la reparación aún no llega.

Por ello, se equivocan los que creen que lo mejor es olvidar lo ocurrido, pues verdad y justicia son componentes ineludibles para poder voltear esta página negra de la historia peruana.

Ello necesita un cambio de actitud de muchos. Uno es el gobierno, que sigue ocultando información sobre masacres como las de Putis; y ofrece expresiones inaceptables como las del ministro de Defensa Rafael Rey, o del gobernador Eduardo Morales, el representante del presidente Alan García en Ayacucho, quien boicoteó las actividades de familiares de las víctimas.

El sector vinculado a la CVR también debería dar señales de apertura. Por ejemplo, un documento que, con la información aparecida en los últimos años, lleve a rectificaciones indispensables como en la acusación al general Eduardo Bellido si se tiene en cuenta el reportaje de Ricardo Uceda en Poder.

Se deben dar todas las señales necesarias para que no se interprete que el informe de la CVR es contra las FFAA, como algunos desalmados han querido hacer creer con fines subalternos. ¿Se le podría dar el premio de DDHH de este año a algún militar que, por su comportamiento, lo merezca?

Lo que se requiere es tender puentes entre peruanos valiosos que deben dejar de oír a los extremistas y cabezas calientes de ambos lados de este debate y que se encargaron de petardearlos. El Museo de la Memoria es una oportunidad magnífica para hacerlo y para empezar a construir un país más integrado y digno.

Comments (0) Sep 03 2009

Muerte en el alba
Posted: under Artículos.


31-08-09

La Primera

César Lévano

El 13 de diciembre de 1984, los militares cometieron en Putis, Huanta, una de las más siniestras masacres perpetradas en los años de la violencia. En la madrugada de ese día, los soldados capturaron a toda la población. Luego separaron a las mujeres, para violarlas, y obligaron a los varones a cavar lo que sería, prometieron, una piscigranja.

Después mataron a 123 campesinos, hombres, mujeres, niños, ancianos. A todos los acribillaron al borde del hoyo que iba a convertirse en gigantesca fosa común.

El gobernador aprista de Ayacucho, Eduardo Morales, se negó a entregar la bandera nacional que debía ser izada en la Plaza de Armas en homenaje a los asesinados.

Al final, Morales aceptó entregar la bandera, pero con previa constancia de que él se había opuesto al izamiento.

El entierro abarcó los cadáveres de 92 víctimas. Falta ubicar otros 28.

Los ciudadanos que han acompañado en masa al entierro y homenaje a las víctimas expresan no sólo el repudio permanente por ese crimen, sino también la creciente indignación ayacuchana por el trato que se da a los deudos de las víctimas.

Hemos señalado antes que el régimen está incumpliendo el compromiso internacional de indemnizar a esos deudos. Se refugia en supuesta reparación, no a las víctimas, sino a sus comunidades. Es un torpe subterfugio. Las autoridades tienen la obligación de realizar obra social en esos poblados sumidos, casi todos, en extrema pobreza. Putis es ejemplo doloroso.

Las organizaciones sociales del país deben exigir esas reparaciones individuales, que no tienen por qué oponerse a las colectivas.

Para ambos rubros debiera disponerse de dinero rápido.

En más de una ocasión he señalado el parecido perverso de la matanza de Putis con un método empleado por los nazis en los campos de concentración.

El más grande poeta de lengua alemana en la actual posguerra, Paul Celan, lo evocó en su intensa Fuga de muerte.

He aquí un fragmento:

Leche negra del alba la bebemos al caer la tarde / la bebemos a mediodía y en la mañana y en la noche / bebemos y bebemos / cavamos una tumba en el aire donde el espacio no es estrecho / un hombre habita en la casa…/ silba a sus judíos hace cavar una tumba en la tierra / ordena tocad para la danza.

Los hitlerianos hacían cavar fosas comunes al compás de violines de músicos prisioneros. Después mataban y enterraban masivamente, como hicieron los cana-llas de Putis.

Celan, nacido en 1920, fue condenado por los nazis a trabajos forzados, mientras sus padres eran asesinados en un campo de concentración. El ejército soviético lo salvó en 1944.

Hay que meditar en las causas y las consecuencias de Putis, y en la conducta del aprismo y sus ministros de Defensa, quienes se niegan a informar sobre la identidad de los oficiales masacradores.

Comments (0) Sep 03 2009

Víctimas de matanza en Putis son enterradas 25 años después
Posted: under Artículos.


El Comercio 30-08-09

Putis (AP). Decenas de familiares de campesinos asesinados hace más de dos décadas por las fuerzas armadas sepultaron los restos de las víctimas en un cementerio construido para la ocasión en un remoto poblado andino donde se produjo la masacre.

El entierro se realizó en Putis, una pobre y alejada comunidad campesina de Ayacucho, donde culminaron las exequias iniciadas el jueves en Huamanga, la capital de la región, desde donde los deudos recorrieron casi 48 kilómetros junto a los 92 ataúdes blancos que contenían la osamenta, en muchos casos incompleta, de igual número de víctimas.

Los familiares, vestidos a la usanza tradicional, también llevaban flores.

La matanza de Putis, a unos 300 kilómetros el sureste de Lima, ocurrió en 1984, pero no se conoció sino hasta el 2001 por una investigación periodística.

La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) consignó el hecho en su informe del 2003 sobre las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la lucha contra Sendero Luminoso entre 1980-2000.

Según la CVR, al menos 123 campesinos, entre ellos mujeres y niños, fueron acribillados por miembros de las fuerzas armadas quienes sospechaban que los pobladores rurales colaboraban con rebeldes de Sendero Luminoso. Luego los enterraron en una fosa que con engaños hicieron cavar a los propios campesinos.

Pablo Baraybar, jefe del Equipo Peruano de Antropología Forense (EPAF), que dirigió las exhumaciones de los cuerpos en las fosas comunes de Putis el 2008, dijo a la AP que los proyectiles encontrados tenían inscritos “la sigla FAME que significa, Fábrica de Armas y Municiones del Ejército”.

Añadió que “tras realizar pruebas de ADN a las osamentas en un laboratorio del estado de Virginia, Estados Unidos, se determinó la identificación de 28 de los restos de las 92 personas halladas en la fosa de Putis”.

“Yo perdí a casi 15 familiares en la matanza”, le dijo por teléfono a la AP el jueves, Gerardo Fernández, alcalde de Putis.

“Tenemos como dos sentimientos. Por un lado estamos con dolor por los entierros, pero por otro nos sentimos alegres porque ya los estamos enterrando”, añadió.

Según los reportes finales de los antropólogos forenses, el 45% de los 92 cuerpos hallados en la exhumación corresponden a personas que tenían desde menos de un año hasta 17 años, 39 de ellas murieron con lesiones de bala en hueso y a dos de las 92 les dispararon y acuchillaron.

Edmundo Cruz, periodista de investigación que reveló el horror de la masacre en un reportaje el 2001, le dijo a la AP que la muerte de los niños “solo tenía una explicación muy frecuente en la ideología de los militares de esa época”.

“Esa ideología era que estos niños más tarde serían iguales a sus hermanos y padres a quienes los militares consideraban terroristas”, explicó.

Hasta la fecha no ha sido formalizada ninguna denuncia penal contra ningún miembro de las fuerzas armadas en relación con los hechos.

La defensora del Pueblo, Beatriz Merino, sostuvo la tarde del viernes en un comunicado oficial que “es inadmisible que no se haya sancionado a una sola persona por estos crímenes”.

Consultado por la AP el ministro de Defensa Rafael Rey sostuvo por teléfono que “no hay forma de conseguir los nombres de esas personas”, en referencia a los militares destacados en la zona durante la matanza.

Video victimas-matanza-putis-son-enterradas-25-anos-despues-sus-familiares

Comments (0) Sep 03 2009

Defensoría: Es inadmisible que no se haya sancionado a nadie por crímenes en Putis
Posted: under Artículos.


28-08-09

El Comercio

“El Estado en su conjunto tiene la insoslayable obligación de demostrar que es capaz de hacer justicia, de identificar a los responsables y de sancionarlos para que estos graves hechos no se repitan jamás en nuestra historia”, dijo la defensora del Pueblo , Beatriz Merino, en una carta que hoy remitió al presidente de la Asociación de Afectados por la Violencia en la Comunidad de Putis , Lorenzo Quispe Curo.

Merino también expresó sus sentimientos de pesar a cada uno de los familiares de las víctimas que produjo uno de los más trágicos hechos de la historia de la violencia que vivió el país. “Hoy es un día doloroso para ustedes, lo sé, pero a la vez tiene que serlo, y en un grado muy significativo, para el país, para todos los peruanos y las peruanas. Es en razón de ello que, a nombre de la Defensoría del Pueblo, deseo reiterarles que los acompaño en su aflicción, pero también en la esperanza de encontrar una verdadera justicia”, señaló.

Agregó que la investigación de los terribles sucesos que ocurrieron en Putis demanda esencialmente, por su inhumana naturaleza, un discernimiento ético. “No podemos perder la capacidad de indignarnos ante tanta muestra de desprecio por la vida humana. No podemos ser indiferentes ante tanto dolor”, señaló.

Beatriz Merino sostuvo que, después de 25 años, hasta el momento, ningún familiar de las víctimas que serán sepultadas el día de hoy ha recibido el alivio de una medida concreta para amenguar la inconsolable pérdida de un ser querido. “Al cabo de tantos años, esto no se puede admitir en una sociedad que debe ser respetuosa de los derechos fundamentales de las personas, en la que se ha agredido la condición de ciudadanos y ciudadanas que han padecido el dolor de la violencia en su expresión más desgarradora”.

Comments (0) Sep 03 2009

No hay comentarios:

Publicar un comentario